Hola!! como andan?? espero que bien :) no hay mucho que hablar...Así que disfruten del capítulo! Besos.
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Debajo de la camiseta y el sostén, la
chica se sintió inflamada de deseo y gruñó de placer.
—Tu cuerpo pide a gritos que lo
acaricien y lo mimen, Lali. No puedes negar lo que percibo.
Las piernas le temblaban y su cuerpo
se arqueó cuando los cálidos labios masculinos rozaron la piel sensible de su
cuello, enviándole un delicioso hormigueo por la columna vertebral.
—No… —gimió—. Por favor, Peter… no…
Haciendo caso omiso de su súplica, Peter
le mordisqueó el cuello y una oreja. Apartó las manos de los senos y Lali
enloqueció cuando comenzó a acariciarle la piel desnuda debajo de la camiseta.
—Por favor, Peter… basta —imploró
desesperada.
—¿En serio deseas que me detenga, Lali?
—sus dedos ahora vagaban debajo del talle de los vaqueros de la chica—. No te
hago daño, ¿verdad? —le susurró al oído de manera seductora—. Te estoy dando
algo que tú misma te has negado durante bastante tiempo.
Lali pensó, desesperada, que iba a
darle un ataque cardíaco. Los oídos le zumbaban y la sangre hervía por sus
venas. Soltó el timón para apretarle con los dedos las muñecas y obligarlo a
alejarse.
Con un suspiro de disgusto, Peter dejó
de provocarla y se apoyó contra la ventanilla, con los brazos cruzados y un
brillo de burla en los ojos.
—Qué lástima. Estaba disfrutando
—arrastró las palabras.
—Siento arruinarte la diversión
—comentó ella con voz entrecortada—. En lo sucesivo, controla tus manos.
—Lo haré —prometió en tono de burla—.
Quiero decir, hasta que reciba una invitación, que no podrás aplazar mucho
tiempo.
Con aire sombrío Lali desvió la
mirada, negándose a reconocer que existía tal posibilidad.
—Cobras muy poco por tu trabajo —Peter
cambió de tema con brusquedad—. Creo que apenas va a cubrir los gastos del
viaje.
—La forma en que manejo mi negocio no
es asunto tuyo.
—De acuerdo —esbozó una sonrisa
irónica—. Pero como hombre de negocios, me intriga saber cómo te las arreglas
para continuar viviendo.
—Cobro poco porque la mayoría de mis
clientes son campesinos de escasos recursos. Como esos dos pobres ancianos que
están allí —señaló con la mano—. Existen más de dos mil islas, pero casi todas
son demasiado pequeñas y con poca población para que los transbordadores
normales se molesten en darles servicio —se apartó de la frente un mechón de
pelo y continuó mordaz—: A nadie le interesa esa pobre gente. Lo único que les
importa son los turistas ricos. Las personas como tú deberían avergonzarse de
lo que sucede en las islas. Desprecian una de las culturas más antiguas y
hermosas del mundo.
—¿Personas como yo? —entrecerró los
párpados.
—¡Así es! —estaba dispuesta a pelear—.
Los terratenientes… los dueños de barcos… la gente poderosa.
—Soy un Lanzani —su voz golpeó como un
látigo—. Mi familia no necesita que nadie venga a sermonearnos sobre nuestras
responsabilidades.
La consternación en el rostro de Lali,
por la terrible crítica, pareció calmarlo y le dirigió una amplia sonrisa de
satisfacción.
—Sólo un tonto creería en esa
afirmación tan aplastante. Quizá te sorprenda saber que estoy de acuerdo con tu
opinión. Las comunidades más pequeñas han sido olvidadas durante bastante
tiempo, y no hay duda de que tú prestas un servicio social muy valioso.
—Es verdad… —susurró—. Me agrada que
lo consideres así.
—Lo que trataba de explicarte es que
incluso un acto de caridad debe obtener el dinero suficiente para pagar los
gastos. Navegar en un barco significa mucho más que recuperar la inversión en
gasolina. Cuenta el deterioro, el mantenimiento, derechos de puerto cuando es
necesario. Seguro…
—Ya te he dicho que ese es asunto mío.
Olvídalo —repuso con brusquedad al tiempo que desviaba la vista con
culpabilidad.
—Si has logrado sobrevivir hasta
ahora, sólo hay una respuesta: economizas dinero.
Lali se mordió un labio y miró al
horizonte.
—El seguro. Esa es la contestación,
¿no es verdad?
—No sé de qué me hablas —susurró
enojada.
—¿De verdad? —preguntó con burla—. Por
eso querías que el piano se metiera en la bodega. Careces de seguro. Nunca has
perdido un cargamento y no crees que te suceda. ¿Acaso no fue lo que me
comentaste? La verdad es que no puedes darte el lujo de perder una carga porque
te arruinarías.
La ira combinada con culpabilidad
explotó y Lali lo miró con resentimiento.
—¿Por qué debería importarte si me
arruino o no? Creí desde el principio que habías venido con ese propósito.
—Después hablaremos de ti —prometió
con frialdad—. Lo que me sorprende es tu hipocresía. ¿Y qué sucede con aquellos
pastores pobres que aseguras te interesan tanto? Si ocurriera lo peor y
perdieran en el mar sus escasas pertenencias, ¿cómo te las arreglarías para
pagarles?
—Mi seguro extraoficial se encargaría
de hacerlo —argumentó.
—¿Seguro extraoficial? ¿Qué clase de
seguro es ése?
—Mi seguro, señor Lanzani —aunque no
tenía por qué darle explicaciones estaba dispuesta a quitarle esa sonrisa de
incredulidad—. No necesito que un intruso venga aquí a sermonearme sobre mis
responsabilidades. Nunca llevo un cargamento que valga más que la cantidad de
dinero que tengo en mi cuenta bancaria. Mis clientes lo saben y confían en mí.
Hasta ahora no ha sido necesario y, como no pago primas altas a ninguna
compañía de seguros poco honesta, cobro más barato por el transporte. Supongo
que no es legal —susurró, mientras él digería sus explicaciones—. Sin duda
estás ansioso por denunciarme a las autoridades.
—¿Por qué crees que haría una cosa
semejante, Lali? —preguntó con inesperada amabilidad—. Cuanto más te conozco,
más me doy cuenta de que somos, por naturaleza, muy parecidos. Cuando nos llega
algo al corazón, a ninguno de los dos nos importa desobedecer las reglas,
¿verdad…?
Continuará...
Wow! Lali me sorprende cada día más!! Me encanta, espero el próximo! :)
ResponderEliminarME gusta! , más!
ResponderEliminarMe encanta
ResponderEliminarestan deseando comerse el uno al otro por favor!!!!! pero eso OBVIO que Lali no va a dejar que la utilice. Ahora yo lo mato a Peter... como puede hablar asi de su propio hijo???? "Jaime volvera para encargarse de ti y de mi hijo" y lo dice tan tranquilo
ResponderEliminarespero mas nove pronto porque de verdad que es genial BESOS!!!!!!!!
No puedo decir mucho ,sino me cargo la novela,jajaja.Lali no quiere dar su brazo a torcer ,pero Peter es muy testarudo.
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