martes, 14 de agosto de 2012

"Cuñados" Capítulo 28



Hola! como andan? Perdón por no subir ayer, no hay excusa que valga...peeeroo las firmas han bajado chicas :(  Ustedes serían tan lindas de recomendar el blog? si lo hacen le agradecería mucho!
Capítulo dedicado a Chari, primera en firmar :)
Inma me encantaría contarte lo que viene, pero no puedo jijijij
Un beso y que tengan linda semana!
PD: La foto no tiene mucho que ver con el lugar y como se desarrolla el capítulo, pero me pareció graciosa ponerla :)
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Sofía, de antemano, la había prevenido. Peter sospechaba de Sofía y suponía que le había hecho confidencias a Lali, y ahora trataba de sacarle la verdad.
—¿Por qué debería estar informada del asunto?
—¿Instinto femenino? —preguntó con aplomo—. Deberías saber mejor que nadie de lo que es capaz tu hermano.
—Sé que no es capaz de secuestrar a alguien —lo defendió con pasión—. La simple idea es ridícula. No es esa clase de hombre.
—¿Acaso insinúas que Helena se fue con él de forma voluntaria? —la miró con atención.
—Quizá sí —le devolvió la mirada con una expresión desafiante—. Es tu hermana —y agregó mordaz—. Deberías saber mejor que yo lo que es capaz de hacer.
—No te atreverías ni siquiera a suponer a dónde pudo haberla llevado tu hermano, ¿verdad?
—¿Pretendes seguir interrogándome? Ya te dije que desconozco todo.
—Mencionaste que él tiene amigos en Rawson —continuó el interrogatorio, haciendo caso omiso de su reclamación—. ¿Crees que haya llevado a Helena allí?
—Es probable —sonrió con frialdad—. ¿Quieres la dirección? Entonces podrás enviar a uno de tus monos amaestrados a investigar —si su suposición era correcta, Jaime no estaría en ningún lugar cercano a Rawson.
Bebió de su copa y mantuvo un aire de fingida inocencia. Nada le habría dado más gusto que decirle la verdad, pero no deseaba poner en peligro a Sofía. ¿Helena y Jaime alguna vez la perdonarían por traicionarlos? Ahora debía protegerlos hasta que salieran del país o contrajeran matrimonio.
—Una vez me aseguré que eras una actriz pésima Lali. Es cierto, porque sé que mientes. Si de verdad deseas ayudar a tu hermano, tendrás que cooperar con nosotros para encontrarlo. Cuanto más pronto lo localicemos mejor.
—No sé nada —susurró, inflexible.
—No le haremos daño.
—¿Pretendes que lo crea, después de todas tus amenazas?
—Olvida las amenazas —le advirtió, molesto—. Las hice en un momento de coraje. Sólo me interesa que mi hermana regrese sana y salva. Esta humillación se ha prolongado demasiado.
¿Humillación? Era lo único que le preocupaba, pensó con amargura. Su dignidad herida. El hecho de saber que una vez que las noticias se divulgaran, la familia Lanzani sería el hazmerreír de todo el país. En un lugar tan machista como ése, ¿cómo podrían volver a respetarlos una vez que descubrieran que ni siquiera sabían controlar a sus mujeres?
—Eres excelente para juzgar a los demás, pero las cosas cambian cuando estás en el otro lado, ¿no es cierto? —parecía incapaz de contener su ira—. Quizá tu hermana, de forma voluntaria se fue con mi hermano y tal vez hasta lo ayudó a escapar. Es probable que lo quiera. ¿Habías pensado en eso? Quiero decir… ella va a tener un hijo suyo.
La cara de su anfitrión permanecía impasible y sólo los nudillos se le pusieron blancos por apretar el vaso.
—Desde luego que lo he pensado. Y por eso deseo que regrese antes de que haga algo aún más insensato.
—¿Insensato? —repitió, incrédula—. ¿Qué insensatez existe en enamorarse? Sucede todos los días. Es inevitable. Es más, es un sentimiento precioso.
—El amor es para los tontos. Nuestra familia no puede permitirse ese lujo. Helena es una Lanzani y sabe cuál es su deber.
Lali sintió ganas de lanzarle algo a la cara, pero se contuvo.
—¡Por supuesto! ¡Qué tonta soy! Me olvidé de que está comprometida con otro, ¿no es verdad? Alguien más… adecuado —pronunció con desprecio la última palabra.
—Tengo la impresión de que ese concepto te parece extraño —levantó un poco las cejas.
—Es verdad —reconoció, cáustica—. Es más, en esta época lo califico de ridículo. A nadie deberían obligarlo a casarse.
—¡Ah, sí! —su risa fue seca y burlona—. Yo también lo estaba olvidando. Eres la típica idealista soñadora. Creí que ya habías aprendido la lección. ¿Acaso no fuiste tú la que estuvo de acuerdo con que es mejor doblegarse ante lo inevitable? —su tono se endureció—. El poder y las prerrogativas tienen un precio, Lali. Helena siempre lo ha sabido. Los matrimonios de conveniencia no son nuevos, ni siquiera en tu país.
—¡Por Dios, Peter! —lo miró desesperada—. Tu hermana es casi una niña, no es propiedad de una empresa. ¿De verdad esperas que renuncie a una vida de amor y felicidad sólo para consolidar el poder de tu familia? Es grotesco.
—A nadie, aquí, le interesa lo más mínimo tu opinión —la incomodidad de él era casi tangible—. La forma en que manejamos los asuntos familiares es cosa nuestra y de nadie más. Nuestras normas nos han dado buenos resultados a través de los años, y no toleramos que extraños entren aquí para crearnos confusión y discordia.
No era su ira la que desalentaba a Lali… ya estaba acostumbrada… sino su firme creencia en su propia rectitud.
—Aunque a Helena no le agrada el hombre que le has escogido… ¿la obligarías a casarse?
—Su terquedad es la única razón de que lo rechace —aseguró él—. Agustín Sierra es un joven de buena presencia y con antecedentes intachables. Es el hijo de un conocido e importante banquero.
«Ahora comprendo todo», pensó la chica, sintiéndose herida en su amor propio. Era inútil insistir para hacerlo cambiar de opinión.
—¿Estas normas también se aplican a los hombres de la familia? —lo miró con desafío.
—Sí. Nosotros también tenemos nuestras obligaciones.
—Comprendo… —su voz temblorosa la traicionó, aunque logró recuperar el control—. Si existiera la remota posibilidad de que conocieras a alguien… y te enamoraras de ella, harías todo lo posible por olvidarla, ¿no es verdad?
—No puedo darme el lujo de enamorarme, Lali —aclaró sin la más mínima emoción y ella sintió que le destrozaba el corazón—. Ya te expliqué que es una tolerancia que nuestra familia no puede permitirse.
Aunque era la respuesta que esperaba, oírla de su propia voz…

Continuará...

4 comentarios:

  1. ya quiero v er cuando Peter este hasta los huesos con Lali!
    otro cap!
    @angelaliter

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  2. Me encanta más!! Peter es un tonto!

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  3. Se que lo dice porque lo han hecho creer asi(quiero decir, lo han criado bajo esas normas). pero ojalá que veamos a Peter sufriendo por amor...por Lali por supuesto.
    Me encanta la novela

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  4. No puedo decir nada .Me encanta la novela.

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