viernes, 17 de agosto de 2012

"Cuñados" Capítulo 31


Hola! como andan? espero que bien y que hayan terminado bien la semana!
O.O me caí de poto cuando vi la cantidad de firmas! jajajaja Tienes razón Inma no me puedo quejar jajajaja
El capítulo de hoy va dedicado por la INMENSA cantidad de firmas, para....un Anónimo, GRACIAS! por tomarte tu tiempo y llenar casi toda la página! :) si comentaste y dejaste tu nombre y yo como soy tan volada  no lo vi, pues recuérdamelo! jijij
Muchas gracias Inma por recomendar el blog! espero luego de volverte el favor (creo que rimo?) jajajaj
Un abrazo psicológico y que disfruten del capítulo que va quedando poquito! 
Besos!
____________________________________________


El sol entraba por la ventana abierta y despertó a Lali, quien se levantó con dificultad. Sofía estaba ahí con una taza de café caliente en la mano y una expresión de inquietud en la cara.
—Buenos días, Lali. ¿Cómo está? Peter desea saber si durmió bien. Le aseguré que sí, pero supongo que no me creyó.
Mientras Lali alargaba la mano para tomar el café, los acontecimientos de la noche anterior se agolparon en su mente con angustiosa claridad. El recuerdo de aquellos ojos claros devorando su cuerpo… su mal aliento… la mano caliente y sudorosa sobre su boca… el consuelo de los brazos de Peter alrededor de ella. Después de una experiencia como ésa, habría sido lógico que no hubiera pegado ojo en toda la noche, pero gracias a la leche tibia y al brandy, lo había logrado.
—Dígale que estoy bien —susurró.
—Magnífico. Podrá decírselo usted misma, una vez que las cosas se tranquilicen abajo.
Lali tomó un sorbo de café y al ver la cara de Sofía se dio cuenta de que la joven estaba ansiosa por contarle las noticias.
—¿Qué sucede? —preguntó de inmediato, preguntándose si estaban relacionadas con su hermano.
—Peter ya se ha dado cuenta de que falta un barco —Sofia se sentó en el borde de la cama después de mirar con nerviosismo a la puerta—. Lo acaban de descubrir y, según él, todos son unos inútiles, incluso su tío. Está furioso y después de lo que les hizo a sus primos, están aterrorizados de que les suceda lo mismo.
—¿De modo que todos están enterados de lo que me sucedió anoche?
—En un lugar como éste, hay muy pocos secretos —la doncella levantó los hombros.
—Eso significa que cuando me vaya, todos hablarán a mis espaldas, y se reirán de mí.
—No será así —le aseguró Sofía—. Todo el personal está contento de que esos dos cerdos se hayan ido. Piensan que Peter debe respetarla mucho para haber hecho eso, y de ahora en adelante usted va a ser muy popular aquí.
—No es mi intención quedarme aquí más tiempo del necesario —aclaró Lali con voz sombría, ya que ahora las posibilidades de robar un barco eran muy remotas. Debía planear otra cosa.
—Ya lavé y planché la ropa que traía cuando llegó aquí —le informó Sofía—. Mientras se da una ducha, iré a traerla.
—Sí… —susurró Lali, su mente estaba a millones de kilómetros de distancia—. Gracias, Sofía. Eres muy amable.
Peter desayunaba unos huevos revueltos en el mirador, cuando ella llegó.
—Buenos días, Lali —le señaló la silla frente a él—. Por favor siéntate. ¿Tienes hambre?
—Gracias. Los huevos parecen deliciosos. Tomaré unos —su apariencia no era mala, reconoció contra su voluntad; estaba más guapo que nunca. Por lo que Sofía le había dicho, esperaba encontrarlo furioso.
—Me alegra —llamó al sirviente que estaba cerca de ellos—. Temía que después de todo lo que tuviste que soportar anoche, no tuvieras…
—Preferiría que olvidáramos lo ocurrido anoche. Sólo me interesa el día de hoy —se sirvió un zumo de naranja de la jarra—. Sofía me informó que te falta un barco. Supongo que también le echarás la culpa a mi hermano. No satisfecho con robar a tu hermana, también se llevó uno de tus barcos —sonrió con sarcasmo—. Nunca me di cuenta de que Jaime fuese un ladrón.
—Es el evidente sospechoso —afirmó Peter, haciendo caso omiso del tono agrio de su interlocutora—. Incluso tú debes estar de acuerdo.
—¿No ha podido ser alguien del pueblo?
—Gente como ésa no se acerca nunca a esta propiedad —comentó con desprecio. Peter la miró, haciéndola sentirse incómoda bajo ese examen penetrante. Sospechaba que su intento de confundirlo, había fracasado. Sólo le interesaba ganar tiempo… para que Jaime y Helena tuvieran la oportunidad de contraer matrimonio antes de que los encontraran. En la isla de Cati no había forma de llevar a cabo una ceremonia. Lo único que quedaba era esperar a que las cosas se enfriaran. Desde luego sólo eran suposiciones. Tal vez ya estaban casados, pero dudaba que Peter desistiera de sus amenazas. Ya lo había visto en acción y sin duda agarraría a su hermana por el cuello y la arrastraría hasta la casa.
Llegó su desayuno y dio un suspiro de alivio al romperse la tensión. ¡Maldición, tenía demasiados problemas de qué preocuparse! Al menos a Helena no la habían dejado embarazada a la fuerza. Jaime y ella estaban enamorados y ahora eran libres y con la edad suficiente para cuidarse.
—Seguiré con la suposición de que robaron el barco —Peter bebió de su café, sin apartar la vida de Lali.
—¿Dijiste que te «robaron» el barco? ¿Entonces ya aceptas que Helena lo ayudó?
Después de sonreír con ironía, él giró la silla para mirar al puerto. Al observar su perfil moreno contra el cielo brillante, Lali sintió una vez más aquella atracción que la destruía. La noche anterior, sus brazos habían sido un refugio… un abrigo de seguridad y amor. Había sido tan amable… tan tierno. Pero ahora, al mirarlo, comprendió que había sido una ilusión.
Sólo una ilusión de una estúpida idealista.
—¿A dónde crees que se fue, Lali? —le preguntó de forma inesperada, su voz cortó sus pensamientos como una navaja.
—¿Cómo podría saberlo? —Lo miró con inocencia—. Quiero decir, debe de haber dos mil islas…
—Tres mil —la corrigió.
—Ya ves. Si estuviera en tu lugar, me daría por vencido. Jamás los encontrarás.
—Mmm… —se frotó la sien con el dedo—. Quizá tengas razón. En ese caso, lo único que podemos hacer es esperar aquí hasta que Jaime llegue para rescatarte de mis garras —la miró de reojo con esos ojos verdes.
—Es probable que tarde mucho tiempo —anunció con indiferencia—. Me atrevo a asegurar que ya tiene demasiadas cosas en la cabeza, como para preocuparse de mí.
—Ojalá no te equivoques, Lali —le lanzó la pulla con entusiasmo—. Cuanto más tarde en venir, mejor en lo que a mi respecta. Ya ordené que arreglen la villa para nosotros. De ahora en adelante, seré yo quien te cuide durante las noches.
Lali se arreboló por su comentario.
—Sofía tiene miedo de perder su empleo —cambió de tema con rapidez—. Supone que como Helena ya no está aquí, ya no habrá trabajo para ella.
—Ayudó a tu hermano y a Helena a escapar, ¿no es verdad? —Peter miró de nuevo a la chica.
—Es algo que debes preguntárselo tú mismo —respondió.
—Por supuesto que sí los ayudó. Helena siempre le tuvo mucha confianza. Eran amigas íntimas.
—¿Entonces supongo que la vas a despedir, como castigo? —Su voz revelaba un gran desdén—. Por una mera suposición, vas a quitarle su medio de vida.
—No seas ridícula —de nuevo se frotó la sien, como si tuviera dolor de cabeza—. No tengo intención de quitarle su trabajo. Por lo menos, ha demostrado lealtad. Quizá no ha hecho lo correcto, pero de todos modos es un detalle a su favor. También fue lo suficientemente perceptiva como para darse cuenta de lo que mis primos planeaban anoche, y el hecho de informármelo puso fin a sus intenciones. Si tuviera más gente tan valiosa, como ella, sería un hombre más feliz.
—Estará… encantada de saberlo.
—Temía que esta mañana te sintieras enferma, pero me doy cuenta de que ya te has recuperado de tu disgusto —se puso de pie y la recorrió con la mirada—. Estoy seguro de que vas a resistir.
—¿Resistir qué? —se levantó y frunció el entrecejo.
—Una visita alrededor de la finca.
—No. Te lo agradezco, pero prefiero quedarme aquí —una visita con él significaría estar solos y sabía cuál sería el probable desenlace.
—Estoy orgulloso de lo que hemos realizado aquí, Lali. No te gustaría lastimar mis sentimientos, ¿verdad? —la sujetó con fuerza del brazo.
¿Por qué no lo había dicho antes? Lo último que deseaba era lastimar sus sentimientos; podría ofenderse y dejar de hablarle.

Continuará...

5 comentarios:

  1. Me parece a mi o Peter empieza a demostrarque ama a Lali, aunque el lo niegue rotundamente y se haga el duro?
    Me encanta

    ResponderEliminar
  2. ya me devolviste el favor subiendo otro cap =) jajaja

    LOCA me va a volver LOCA!!! por la noche fue un tierno y protector con ella, en el desayuno la ironía en sus palabras no faltó, y al finalizar el desayuno le pide que no hiera sus sentimientos???? yo Lali lo encaraba de una vez por todas y preguntaba cuales eran esos sentimientos hacia a ella


    GRACIASS!!!! justo en los caps tengo lo que te pedi, mas LALITER =) besos y espero mas =) @Inma_06

    ResponderEliminar
  3. peter debe estar volviendo loca a lali!!! creo que ella ya no sabe que pensar!! me encanta masssS!!. camila

    ResponderEliminar
  4. Lali desorientada con Peter.

    ResponderEliminar