domingo, 5 de agosto de 2012

"Cuñados" Capítulo 20



Último capítulo de hoy!  
El capítulo va dedicado a todos los anonimos que firmaron. Chicas (si hay un hombre también) recuerden poner su nombre si van a firmar como anónimo!
Besos
________________________________________________________

Terminaron de cenar en silencio y, después, Peter pidió un taxi para que los llevara al hotel. Una vez que estuvieron en la habitación, él examinó la amplia cama matrimonial y sonrió provocativamente.
—Creo que estaremos muy cómodos en esta cama, Lali. ¿Quieres que nos desvistamos ahora y lo comprobemos?
—Tú puedes hacer lo que quieras —respondió desdeñosa—. Yo no tengo intención de dormir contigo esta noche, ni ninguna otra.
—¿Hablas en serio? —le dirigió una mirada penetrante—. ¿Te das cuenta de la situación de tu hermano, si no cumples el trato?
—No voy a permitir que me hagas chantaje —rechinó los dientes—. Te entregué lo que querías y ahora debes liberar a Jaime. En la mesa hay un teléfono. Da la orden ahora mismo.
—Imposible —aclaró, inexorable—. ¿Se te ocurre alguna otra cosa?
Lali abrió la boca. Estaba preparada para cualquier cosa, excepto para su fría negativa. Una mirada a aquel rostro de piedra fue suficiente para que comprendiera que cualquier rebeldía por su parte sería un fracaso.
Pálida y temblando de ira, se sentó en una silla.
—Fui una cretina. Debí imaginarlo —alzó la vista para mirarlo con amargura—. Me estaba enamorando de ti. Y pensé… —las palabras se negaron a salir de su garganta por un momento, al fin continuó—: Creí que comenzabas a sentir… algo por mí. Pero me equivoqué, ¿no es verdad? Eres un hombre carente de sentimientos, como un robot programado para la venganza.
—No tenías derecho a enamorarte de mí —refunfuñó—. Sólo estás complicando las cosas.
¿Estaba complicando las cosas? ¡Cielos! Era como para reírse. Quizás ahora debería disculparse por enamorarse de él.
—Desde el principio fui sincero contigo —continuó, despiadado—. Lo menos que puedes hacer es ser igualmente sincera contigo misma.
—¿Y qué diablos se supone que significa eso? —demandó, iracunda.
Peter caminó por la habitación, sujetó a la chica de los hombros y, con violencia, la obligó a ponerse de pie.
—Te diré lo que significa. Sientes remordimientos y pretendes culparme.
—¿Yo? —lo miró como si se hubiera vuelto loco—. No tengo culpa de nada. Tú eres el que debería sentirse avergonzado.
—Deja de engañarte a ti misma —la recriminó furioso—. Tu conciencia te hace comportarte como una mártir por salvar a tu hermano, pero tus instintos naturales te delatan. Con horror te has dado cuenta de que deseas hacer conmigo el amor. Esa es la verdad, ¿no crees?
—Suéltame —trató de liberarse de él—. ¡Has perdido el juicio!
—¡Contéstame! —preguntó, furioso—. Reconócelo.
—No. Es ridículo —sacudió la cabeza, clavándole una mirada de frustración.
—¿De verdad? —sus ojos le quemaban—. ¿Eres tan tonta como para suponer que un hombre no sabe cuando una mujer lo desea? La intensa mirada. Las pupilas dilatadas. El ligero rubor. La forma en que tiembla cuando la tocas.
Lali desvió la mirada, incapaz de resistir tal escrutinio.
—Tu imaginación te ha gastado una broma —musitó, enojada—. Ilusiones. Nunca te pedí que me hicieras el amor. Me abrazaste y yo… yo…
—Es a ti a quien la imaginación y la memoria le juegan bromas —la interrumpió áspero—. Yo no te abracé. La verdad es que me diste lastima. Mi intención era que te arrodillaras y me suplicaras que te poseyera, pero era pedir demasiado. Esa noche llegaste a cubierta con mantas y almohadas y después de unas copas de vino trataste de armarte de valor. Pero no lo lograste, ¿verdad? En ese momento decidí facilitarte las cosas iniciando la seducción. Te di las gracias por salvarme la vida y te pregunté si podía besarte —hizo una pausa y continuó en tono de guasa—. Eso era lo único que esperabas, ¿no es cierto?
Experimentó repulsión por sí misma y la invadió un sentimiento de humillación. ¿Había sido su comportamiento tan evidente? ¿Tan claro? Cielos, ¡cuánto debió reírse de ella!
Después de soltarla, Peter se arrellanó de nuevo en la silla. A Lali le era difícil decidir a quién odiaba más, si a él o a sí misma. Lo vio caminar hacia el teléfono, y por un instante, el corazón le dio un vuelco. Quizás había cambiado de opinión y dejaría libre a Jaime al fin. Después oyó que pedía que le subieran a la habitación dos botellas de vino y vasos.
—Te dije que no quería más vino —sus ojos brillaron llenos de indignación.
—Quizá después cambies de opinión —levantó los hombros—, y casi estoy seguro de que lo harás. Ahora, estoy dispuesto a olvidar esta discusión innecesaria y te sugiero que hagas lo mismo.
Enfurecida por la fingida amabilidad de Peter, se puso de pie para dirigirse de inmediato al baño. Por un momento contempló su imagen en el espejo y después se lavó la cara con agua fría. ¿Cómo era posible que hubiera creído que estaba enamorada de un hombre como él? ¿Habría sido una forma subconsciente de acallar su culpabilidad? Después de todo, esa era la mejor disculpa para justificar el haber hecho el amor.
Al regresar a la habitación, se dio cuenta de que el vino había llegado. Sólo le quedaba una carta y decidió jugarla.
—Acabo de vomitar —mintió—. Creo que estoy embarazada —bajó los ojos avergonzada—. Parece que has cumplido tu propósito. Ahora ya nada te detiene para hacer una llamada telefónica.
—Comprendo… ¿Estás segura de tu embarazo? —la observó, pensativo.
—Totalmente. Nunca había sufrido mareos.
—Está bien —tomó el teléfono—. Si ordeno que suelten a tu hermano, ¿dormirás conmigo esta noche? Sólo una vez más.
—¡No! Yo… yo… —su voz se apagó por el desconcierto de sentir que el poder de aquellos ojos verdes despertaba al demonio que dormía en su interior. Después de mirar la cama, se mordió un labio.
—¿Por qué no, Lali? —trató de persuadirla con suavidad—. No es mucho pedir, ¿verdad? La libertad de tu hermano a cambio de una última noche en mis brazos. No creo que me detestes tanto.
—Está bien… acepto —cerró los ojos.

11 comentarios:

  1. hola me llamo antonella lei arriba que habia q poner nombre pero yo no comente en los otros capi ajjajaj es muy buena ojala pongas el ultimo del dia porfa

    ResponderEliminar
  2. no lo puedo creer q nos dejaras justo ahi.. bueno mas te vale q mañana subas capi... lo espero con ansias :)

    mi nombre es melissa

    ResponderEliminar
  3. Es un arrogante!!! Estaba mejorando de apoco y ya tiro todo pro la borda! más!!

    ResponderEliminar
  4. Siempre que dejo de leer dos dias me encuentro con que has subido mucho y los mejores capitulos...
    Te juro que peter en estos momentos me cae fatal...
    Me encanta la novela

    ResponderEliminar
  5. no me lo creo... la verdad no crei que le "pidiera" hacer el amor con ella porque esta enamorado de ella, pero tampoco crei que fuera capaz de hacerlo de la forma que lo hizo, y mucho menos que despues tuviera tan poca vergüenza de aclararle a Lali que solo le "facilito las cosas"

    tengo ganas de matarlo jajajaja XD

    espero mas nove pronto BESOS!

    ResponderEliminar
  6. Y ahora viene otra réplica d Peter,jajaja,es un obstinado!!!!.¡¡¡Como se aprovecha d ella tan inocente!!!.Me está costando ponerme al día con todos los blogs,el día cinco ,maratón ,y encima el cumple d mi marido.Me atraso x las olimpiadas,jajaja,ya dije k en mi casa nos encantan los deportes,y en las olimpiadas vemos los k habitualmente no da televisión.Sigan leyendo ,ningún cap tiene desperdicio.Os gustará todita la novela.

    ResponderEliminar
  7. quiero mas capiiiiiiiiii
    tuve q esperar todo un dia por otro capitulo jajajjjajjjaa

    ResponderEliminar
  8. quiero otrooooooooooooooooo

    ResponderEliminar
  9. seria bueno que peter se enamore de lali y q le pida q sean novios jajaja

    ResponderEliminar
  10. No sabes cómo tengo ganas de matarlo y es la 2da vez que la leo y me da cólera igual, no cuento lo que sigue, que sufran las que recién lo estan leyendo jaja:)
    Masi_ruth

    ResponderEliminar
  11. A mi parecer peter se esta enamorando de lali pero no lo quiere aceptar!!! mas noveeee!! mi nombre es camila

    ResponderEliminar