sábado, 18 de agosto de 2012

"Cuñados" Capítulo 32


Hola! Como andan?
El capítulo de hoy va dedicado a Vale primera en firmar
Perdón por subirles tan tarde!
Besos!
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Diez minutos después, estaba sentada junto a él en una camioneta Land Rover que se dirigía hacia las montañas detrás de la casa. Continuaron su camino a lo largo de kilómetros y kilómetros de viñedos y huertos, hasta que el camino asfaltado dio paso a un sendero polvoriento. Al fin detuvieron el vehículo y Peter la ayudó a bajar.
El viento le alborotaba el cabello, obligándola a apartarlo de sus ojos mientras contemplaba el panorama frente a ellos. Desde ese lugar se apreciaba la enorme finca. Debajo de ellos estaba la espaciosa mansión blanca como salida de una juguetería, más allá el puerto y más lejos, el brillante mar azul donde se reflejaba el sol de media mañana. Lali miraba la costa de norte a sur.
—Cincuenta kilómetros de cada lado —Peter contestó la pregunta sobreentendida—. Todo es propiedad de los Lanzani.
Ella dirigió la mirada a Peter.
—Mi bisabuelo comenzó todo —señaló la casa y en su voz se adivinaba un sereno orgullo—. Era un hombre joven, recién casado, cuando construyó una choza de madera, allí abajo, pero él y su esposa trabajaban de sol a sol. Cultivaron vid, construyeron una prensa y vendían el vino. Después, él adquirió un barco y pescaba durante el invierno. Sacaron adelante a su familia, trabajando duro, nunca le debieron ni un centavo a nadie, y vivían del sudor de su frente. Su hijo se hizo cargo de todo cuando ellos murieron. Ese hijo era mi padre. Ahora, nuestro vino se vende en toda Europa y ese pequeño barco, se convirtió en una flota de barcos de carga y cruceros de lujo.
—Estoy impresionada —confesó ella—. Es un logro fantástico en sólo tres generaciones.
—Algo más que un logro, Lali —opinó, sereno—. Es el resultado final de la misión y el trabajo arduo de un hombre —se detuvo y miró una vez más el panorama—. Quizá ahora comprendes lo que significa ser un Lanzani. No sólo el orgullo de un apellido sino el patrimonio y la dura carga que llevo encima.
—¿Tratas de darme lástima? —preguntó con amargura.
—No deseo causar lástima —su cara se endureció un poco—. Pero sí esperaba comprensión.
Lali contempló el paisaje una vez más. El imperio de Peter. Su responsabilidad. La pesada carga.
—Lo único que mi padre nos dejó a mi hermano y a mí fue un viejo barco pesquero en pésimo estado y muchos amigos pobres, pero sinceros. Pienso que nuestra herencia fue mejor que la tuya.
Algo brilló en los ojos de Peter y una sombra fugaz cruzó sus facciones. No era dolor ni ira, sino algo más profundo como si ella hubiera rozado un nervio y, por un momento, se miraron en silencio.
—Quiero hacerte el amor, Lali. Aquí y ahora.
Aunque presentía que eso iba a pasar, la franqueza conmocionó a Lali, quien sonrió con desdén.
—Entonces, ¿estás decidido a dejarme embarazada? ¿Sigues con la intención de cumplir con tu deber?
—No —dijo con voz amable—. Ninguno de esos dos motivos.
—Ya te dije que… —le costó trabajo hablar.
—No me interesa lo que dijiste —de pronto Peter se movió y ella se encontró en sus brazos.
—¡Bájame! —Con los puños le golpeaba el pecho—. ¡Te lo advierto, Peter! No voy a permitir que…
Peter la besó en la boca.
—Rodéame el cuello con los brazos y deja de discutir.
Peter comenzó a caminar hacia la montaña con pasos seguros, como si ella no pesara nada.
Cuando subieron a la cima, Peter la bajó y de la mano la llevó hacia una cabaña desvencijada. Con la boca seca y el corazón acelerado, Lali comprendió que ya era demasiado tarde para correr y observó que Peter sacaba una llave para abrir la deteriorada puerta de madera.
Desde el exterior, el lugar daba la impresión de ser una ruina, pero una vez en el interior, comprendió que estaba equivocada. La cabaña estaba revestida con paneles de madera de pino y una alfombra mullida cubría el suelo. Los estantes estaban alineados en una pared junto a una cadena de música y un televisor. En la única habitación no había cama, sólo un diván cubierto con una piel de oveja.
—Todos necesitamos un lugar solitario de vez en cuando —señaló él, después de observar por un momento la expresión de Lali—. Algo fuera de las presiones mundanas. Este es el mío.
—Es… muy bonito —murmuró—. Yo me conformo con meter la cabeza debajo de la manta.
—Esa es una de las cosas que me gustan de ti, Lali. Ese extraño sentido del humor.
—Es característico de nuestro carácter —explicó—. Siempre nos enfrentamos a los malos momentos con una frase graciosa. Pensé que todos lo sabían.
La atrajo hacia él, hasta que una vez más sintió que se ahogaba en las profundidades de aquellos ojos llenos de deseo.
—Tu peor momento fue anoche, cuando llegué a salvarte —le recordó—. ¿O ya lo has olvidado?
—Casi —tragó saliva con dificultad—. Gracias por recordármelo. Supongo que piensas que ahora te mereces una recompensa. ¿Verdad?
Sus cuerpos estaban muy juntos y ella sintió la manifestación del profundo deseo de Peter. Su boca descendió de nuevo y ella entreabrió los labios. La lengua… y las manos de él… Las piernas de Lali comenzaron a debilitarse y ese dolor insoportable comenzó a atormentarla.
—Por favor no me insultes, Lali —apartó la boca para morderle con suavidad el lóbulo de la oreja—. No necesito recompensa por haber actuado como un hombre decente. Lo que ahora deseo es que te entregues de manera voluntaria, sin amenazas, sin promesas, sin cadenas.
—¿Por qué… debería hacerlo? —la voz de ella temblaba.
—Porque yo te quiero y tú me quieres —alegó—. ¿Qué otro motivo más sincero podría existir?
Los ojos de la chica brillaban de deseo y una vez más se sorprendió del poder de ese hombre para incitar un deseo irresistible en ella, y al mismo tiempo un impulso más fuerte de agradarlo y satisfacerlo.
—¡Maldición, Peter! —Las palabras salieron a la fuerza de su garganta—. Conoces la respuesta. No… no puedo evitar quererte.
—Maravilloso… —susurró él—, esas eran las palabras que deseaba oír —resbaló las manos debajo de la camiseta y le desabrochó el sostén.

Continuará...

7 comentarios:

  1. ojala despues no se arrepientan de haber dicho que se querian!
    @angelaliter

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  2. masssssssssssssssssssssssssmassssssssssssssssssssssssssssss

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  3. Porque yo te quiero y tu me quieres....
    Me muero conesta frase, tiene que ser cierto, no puede ser una treta...que Peter no se vuelva para atras, me encanta que empiece a admitir que la ama...

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  4. Porque yo te quiero y tu me quieres...... ayyyy que la dicho que la quiere!!!!! =O (pongo esa carita porque no se como poner una carita en la que aparezca moridendose el labio muerta de ternura jajaja)

    ayyy que la quiere!!! por fin lo ha admitido!!! ahor ael tambien el es un idiota que cree en el amor, espero que no se echa atras despues de esto

    espero mas nove no me dejes asi mucho tiempo por favor!!! jajaja

    besos! =) @Inma_06

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  5. siiii!!! ya lo confeso!! espero que no de vuelta aras!! por fa maaaaas nove!!!. camila

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  6. No puedo decir nada más , me encanta la novela.

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