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Fueron al Salvardor, pero no vieron
ninguna boda de las tantas que decía Lali que había. Sin embargo, había
multitud de turistas, que no dejaban de fotografiar cualquier cosa. Luego
fueron hacia el sur, y descubrió que también estaba lleno de visitantes.
El sol brillaba en un cielo azul, pero
a pesar de todo, sintió frío mientras el Jaguar avanzaba. Pasaron por los desolados
parajes de la ciudad y por la ladera delas montañas; visitaron el lago Lemond,
bello y lleno de color, y se dirigieron hacia el norte hasta llegar a los
barrios periféricos de Salvador.
Pasaron un par de horas haciendo
compras en la ciudad antes de continuar el camino hacia el sur, cruzando
bosques y colinas, hasta que al caer la tarde dejaron la carretera y se detuvieron
en un pequeño y atractivo hotel.
Cuando terminaron de cenar pasearon
hasta el río, y sólo regresaron a la hospitalidad del establecimiento cuando
empezaron a sentir frío, cuando llegó la oscuridad.
Aquella noche hicieron el amor una y
otra vez en una enorme cama con dosel.
Al día siguiente se dirigieron al
pequeño pueblo que se encontraba junto a la frontera con Uruguay, y al llegar a
la famosa iglesia donde se casaban todas las parejas les pidieron que actuaran
de testigos de una joven pareja francesa que iba a unirse en matrimonio.
Aceptaron encantados, y Peter se sintió en la obligación de devolverles el
privilegio invitándolos a una suntuosa comida en un hotel local.
Una hora más tarde estaban de nuevo en
la carretera, dirigiéndose hacia el norte. De repente, Peter la miró.
—Bueno, ya has visto un poquito de
Brasil. ¿Ha respondido a lo que esperabas?
Lali había estado en silencio un buen
rato, pero al escuchar su voz sonrió.
—Me impresionó tu generosidad al
invitarlos. Creo que apreciaron mucho el detalle.
—Bueno, eran bastante simpáticos y se
notaba que no tenían demasiado dinero. Y un refresco y un bocadillo no me
parecen una buena manera de empezar un matrimonio.
Lali recordó la expresión de la joven
francesa, que se llamaba Colette, y de su atractivo marido. Y recordó también
que había sentido cierta envidia al contemplarlos. Sin embargo, intentó no
pensar en ello. Observó el paisaje desde la ventanilla y preguntó:
—¿Cómo empezó la fama del Salvador?
—Fueron los portugueses —contestó—.
Los jóvenes amantes que no obtenían el permiso de sus padres para casarse
descubrieron que si cruzaban la frontera podían casarse en Brasil a los
dieciséis años.
—Dieciséis años es una edad demasiado
temprana para casarse —comentó, después de considerarlo.
—¿No te parece que eso depende?
—preguntó, arqueando una ceja.
—No —contestó—. Una chica de dieciséis
años no tiene suficiente experiencia. Puede escoger a un hombre equivocado y
arrepentirse toda su vida.
Peter la miró, divertido.
—Uno puede equivocarse a cualquier
edad, Lali. El amor es ciego. En Brasil siempre hemos sido de la opinión de que
si alguien es capaz de tener niños y de cuidar de ellos, también merece poder
casarse o hacer lo que mejor le parezca.
Lali suspiró. Una vez más, tenía
razón.
Cinco días más tarde llegaron a Puerto
Lanzana, poco antes del anochecer. Peter se retiró a la biblioteca, cansado por
el viaje, para comprobar la correspondencia que había llegado. Lali se dirigió
a la cocina, donde estuvo charlando un rato con la señora Belén, que de inmediato
quiso conocer todos los detalles de su viaje. Rápidamente le contó todo lo que
habían hecho, mientras tomaba una taza de café.
La señora Belén era una experta
leyendo entre líneas y adivinando cosas.
—Bueno, ya no tardará demasiado —dijo
de forma enigmática—. A Cristina le gustará saber que está saliendo bien.
—¿A qué te refieres? —preguntó,
frunciendo el ceño.
—¡Pues a Peter y a ti! Ya verás como te
pone el collar durante el Gran Lanz. Es mañana, ¿no lo recordabas?
—Oh, sí, por supuesto —mintió.
Se levantó para servirse otro café. No
estaba tan segura de las intenciones de su amante como el ama de llaves. Los
días que habían pasado juntos habían sido lo más parecido a una luna de miel,
pero a pesar de haber pasado muchas noches haciendo el amor no podía decirse
que su relación fuese más profunda. No se había declarado. Había sido generoso
y considerado. Se había divertido con su conversación y con su compañía, pero
nada más. Tal vez no pudieran llegar más lejos.
Se dio la vuelta y sonrió.
—Imagino que estarás muy ocupada
preparando el gran acontecimiento. Mañana te ayudaré.
Quería mantenerse ocupada para no
pensar.
La señora Belén agradeció la oferta,
pero la rechazó.
—Ya está todo preparado. Un par de
chicas del pueblo vendrán por la mañana para hacer el trabajo duro. Además, a Peter
no le gustaría verte dando vueltas en vaqueros. Quiere que luzcas tus mejores
galas para recibir a los invitados cuando lleguen.
A las diez y media de la noche, Lali
llamó a la puerta de la biblioteca y entró.
—Siento molestarte, pero me voy a la
cama. Sólo quería desearte buenas noches.
Peter dejó el bolígrafo que tenía
entre las manos y le indicó que se acomodara.
—Siéntate, Lali, quiero hablar contigo
antes de que te retires.
Esperó a que se sentara. Entonces tomó
la botella de whisky y sirvió dos vasos.
—Muchas gracias —dijo ella, sintiendo
curiosidad.
Peter bebió un poco y la miró con
seriedad.
—Mañana tendremos un día muy ocupado.
Espero que las cosas salgan bien. No quiero problemas. Estoy seguro de que te
comportarás con dignidad.
—¿Con dignidad? No estoy segura de
saber a qué te refieres.
Sus ojos verdes se clavaron en ella.
—Sabes muy bien a qué me refiero.
Pamela estará presente.
Lali hizo un esfuerzo por mantener la
calma.
—Sí, lo sé. ¿Estás sugiriendo que
puede surgir algún roce entre nosotras? —preguntó con tranquilidad.
—Es posible —contestó—. Las mujeres
sois celosas por naturaleza. Y sé que en ocasiones se dicen ciertas cosas que
caldean el ambiente.
Lali dejó su vaso sobre el escritorio
y se levantó.
—Si tienes miedo de que le diga a tu
novia que hemos pasado varios días juntos, no debes preocuparte —dijo, con voz
rota—. Aún tengo cierto orgullo y cierta autoestima. Creo que sería mejor que
me marchara a primera hora de la mañana. Así no tendrías que preocuparte de
nada.
—Te di la oportunidad de marcharte
cuando terminó el juicio. Pero no la aceptaste, y ahora no puedes irte. Dijiste
que te quedarías durante el Gran Lanz, y espero que cumplas tu promesa.
—¿Por qué? —preguntó, sin entender
nada—. Sería más fácil para ti si yo no estuviera presente.
—Tengo mis razones —dijo, con
expresión dura—. En cierta ocasión te pedí que confiaras en mí y me diste tu
palabra de que lo harías. ¿Rompes tus promesas con tanta facilidad?
—No, pero…
—En tal caso no hay nada más que
hablar, Lali.
Durante unos segundos lo miró,
asombrada.
—Sólo he venido para darte las buenas
noches. Pero ahora me arrepiento de haber entrado.
Enfadada, se dio la vuelta y se
marchó.
Que facilidad para arruinar los momentos que tiene!!! Más!
ResponderEliminaraaa no entiendoo porque siempre terminan mal :(
ResponderEliminarPero es que Peter es bn orgulloso, deberia decirle que ya esta enamorado de ella, porque yo estoy segura que lo esta, y lali bn celosa, nononono esos dos, deberian aprender a comunicarse y no me refiero solo a la cama, porque ahi lo hacen muy bn jijijij
Gracias por subir, pero adivina que ?? quieroo maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
Karen
maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssss
ResponderEliminarhey tu quiero mas
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaas
ResponderEliminarq
ResponderEliminaru
ResponderEliminari
ResponderEliminare
ResponderEliminaro
ResponderEliminarm
ResponderEliminara
ResponderEliminars
ResponderEliminartambn espero uqe todo este bn por tu lado !!
ResponderEliminarpor que siempre hay algo que los separa!!??
ResponderEliminarpasaron unos dias increibles!!! dichosa Palmera y dichoso COLLAR!!!!!!!!!!
ResponderEliminarayyyy espero mas nove
ResponderEliminarno entiendo por q le hace eso Peter, sabe q ella le cuesta confiar, y a pesar de q le dio su palabra de que confiaria en ele, el la sigue "provocando" para que ella desconfie de el
ResponderEliminarespero mas nove, y espero q todo vaya mas q bien ^^ BESOS
ResponderEliminarMe encanta tu nove sigue subiendo
ResponderEliminarpd:soy nueva
Siempre está presente la espinita ,nunca acaban bien.
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